jueves, 7 de mayo de 2015

Las Neuronas del Hambre

Hablando honestamente, en mi opinión lo peor de hacer una dieta para perder peso tiene origen psicológico.  Vamos a ver, en el momento que alguien (como yo) te dice que a partir de ahora no puedes comer pan aunque probablemente ni lo comías habitualmente, de repente empiezas a sufrir antojos para pan.  Esto es solo un ejemplo.  Podía ser pan, galletas o cualquier otra cosa.  También existe la sensación de hambre aumentada que a ser verdad suele ser más psicológico que físico.  Puede que sientes hambre pero probablemente no lo estás.  Simplemente es tu cerebro diciéndote que ya que estás a dieta DEBES tener hambre.  O! Y no nos olvidemos de la irritabilidad asociada a una dieta... que no te acerque nadie, que muerdes!

Mi respuesta simple a todo esto es no te quedes sentad@ pensando en ello.  Haz algo positivo, levántate y muévate, limpia algo, dar un paseo, juega con tus hijos... la lista no tiene fin.

Sin embargo, hay casos peores que una dieta normal para perder esos kilos adquiridos durante el invierno.  Hay personas que tienen obesidad mórbida, obesidad, niños con obesidad, y personas con sobrepeso general.  Todos estos casos tienen un riesgo mayor de padecer resistencia a la insulina, diabetes tipo II, enfermedad cardiovascular y cáncer.  También sabemos que tratar la obesidad y el sobrepeso es más barato que tratar las enfermedades graves y potencialmente amenazadoras de vida descritos anteriormente.

Por suerte, un nuevo descubrimiento científico ha salido a la luz.  Este nuevo descubrimiento se
centra en un grupo diminuto de células cerebrales conocido como las neuronas PVH MC4R.  Este grupo se consiste en solo unos pocos cientos de células de los billones de células que están en el cerebro, pero no subestimes este grupito, tienen mucho poder!  Los científicos han descubierto que APAGAR las neuronas PVH MC4R causa un hambre voraz y ENCENDERLAS frena el hambre en seco.

Hasta ahora, los únicos experimentos que se han realizado han sido en ratones, pero son prometedores.  En un experimento, los ratones que se durmieron después de haber comido se volvieron voraces cuando las neuronas fueron apagadas.

Alastair Garfield, un investigador en la Universidad de Edimburgo dijo que el efecto fue similar a alguien que hubiera terminado de cenar a las 21.00 horas, despertarse a medianoche con tanta hambre que comía su desayuno en ese mismo momento.

Sin embargo, los científicos han descubierto que el opuesto también es cierto.  Estimulando este grupo de células (que han llamado el centro del hambre), significó que los apetitos de los animales fueron disminuidos hasta el punto que los ratones que no habían comido en un tiempo largo, casi no comieron nada.

Los científicos están intentando entender que tipo de sensaciones las neuronas PVH MC4R están produciendo para que los ratones no comen.  Pusieron ratones hambrientos y ratones que acababan de comer en una caja transparente con dos habitaciones, una de las cuales recibía pulsaciones de un laser diseñado para activar el centro del hambre.  Los ratones hambrientos fueron a esa habitación, como si les gustara las sensaciones producidas en sus cerebros por el laser.  Los ratones que habían comido previamente repartieron su tiempo por las 2 habitaciones por igual.

Los científicos creen que el centro del hambre no corta el apetito por medio de sensaciones desagradables como las nauseas, pero libera una sensación agradable que hace desaparecer la sensación de hambre e irritabilidad.

Bradford Lowell, un investigador en el Beth Israel Deaconess Medical Center en Boston dijo:
"Encender el PVH MC4R tenía el mismo efecto que una dieta.
"Pero como redujo directamente la sensación de hambre, no causó los sentimientos desagradables de hambre a menudo asociadas con una dieta."
El Dr. garfield dijo:
"Si pudieras diseñar una bala mágica, algo que podría volar a través del cerebro y dar justo en esas células y activarlas, entonces creo que podremos ver los mismos efectos en los humanos que en los ratones.
El problema es que es muy difícil diseñar un fármaco que es tan específico a una zona determinada del cerebro."
Con la obesidad en auge y la Organización Mundial de la Salud prediciendo niveles horribles de obesidad para el año 2030, solo podemos tener la esperanza que conseguirán una pastilla mágica que activará el centro del hambre y decenas de miles de personas obesas podrán recuperar el control y perder peso, recuperar sus vidas y bajar su riesgo de enfermedades asociadas.

Te puedo ayudar a mejorar tu salud.  Si quieres pedirme una cita presencial (Las Rozas, Madrid) o online (Skype), mándame un email a lucycarr@socialnutrition.com

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