Esta sensación de estar "quemado" puede ser debido a una enfermedad llamada fatiga adrenal. Se estima que hasta un 80% de los adultos experimentan fatiga suprarrenal en algún momento de su vida, sin embargo, es una de las enfermedades más subdiagnosticada en los Estados Unidos. El estrés es el factor principal de la fatiga suprarrenal, si no se trata ni se controla el estrés puede, con el tiempo, pasar factura a las glándula suprarrenales hasta el punto de causar otros problemas de salud tales como:
- Fatiga
- Depresión
- Trastornos del sueño
- Aumento de peso
El Dr. Daniel Kalish ha diseñado el Método Kalish que integra pruebas diagnósticas científicas con soluciones naturales para sanar tus glándulas suprarrenales y repararlas para que vuelvan a funcionar con normalidad.
El Método Kalish está dividido en 3 etapas:
Etapa 1:
Tus niveles de cortisol están muy algos y estas bajo mucho estrés. Sin embargo te sientes muy bien, estas disfrutando mucho y no prestas mucha atención al desgaste. Tu cuerpo necesita esa emoción, pero la clave es asimilar el estrés, disfrutarlo, cosechar los beneficios y después disiparlo. Si no descanses lo suficiente como para recargar tus pilas, por decirlo de alguna manera, entonces las glándulas suprarrenales se agotan, causando una bajada brusca en los niveles de cortisol, aquí es cuando la mayoría de las personas empiezan a darse cuenta que existe un problema.
Etapa 2:
La etapa 2 significa que los niveles de cortisol están empezando a fallar, que es cuando muchas personas empiezan a ganar peso, dejan de dormir bien y su libido también empieza a fallar. Llegado a este punto si no empieces a cambiar tu estilo de vida, corregir tus hábitos alimenticios poco saludables, dejas de practicar tu deporte favorito y no descanses lo suficiente entras en la etapa 3.
Etapa 3:
Agotamiento suprarrenal y tus niveles de cortisol están bajos siempre, el resultado es que te sientes crónicamente fatigado y no consigues recuperar tu energía ni siquiera después de descansar.
El Dr. Kalish ilustra la forma en que el cortisol funciona utilizando "unidades". Cuando te levantas por la mañana deberías tener 20 unidades de energía, y al final del día deberías tener unas 2 unidades. Esto sería normal, y proporcionaría esa sensación normal de un día terminando con normalidad seguido por un sueño reparador. Sin embargo, muchas personas se levantan por la mañana con los niveles de cortisol reducidos, que trae consigo la sensación de no haber dormido a pesar de haberse levantado hace nada. También el contrario ocurre, muchas personas se acuestan por la noche con los niveles de cortisol muy elevados que hace que conciliar el sueño sea difícil ya que no puedes "apagar".
Las cuatro causas principales de una disfunción suprarrenal son:
- Estés emocional - normalmente provocado por la perdida de un ser querido
- Dieta poco saludables, comer demasiados hidratos de carbono refinados pueden alterar los niveles de cortisol
- Inflamación crónica en el cuerpo
- Hipotiroidismo
Antes de probar algún remedio por tu cuenta, si sospechas que sufres de una fatiga suprarrenal, deberías acudir a una especialista.
En cuanto a cambios en la dieta, sería aconsejable asegurar que estas haciendo lo siguiente:
- Proteína de alta calidad es aconsejable, preferiblemente cocinado ligeramente y cuando sea posible en crudo: sushi, ceviche, steak tartare, huevos, legumbres combinados con granos enteros, semillas y frutos secos.
- Grasas saludables. Aceite de coco, manteca de cacao, mantequilla, aceite de almendra y aceite de oliva. Las grasas de este tipo son esenciales especialmente porque algunas grasas como la mantequilla, contienen colesterol que las glándulas suprarrenales necesitan para producir hormonas. No obstante, la grasa no debería superar el 20-25% de las calorías totales diarias.
- Hidratos de carbono complejos. El cuerpo metaboliza los hidratos de carbono complejos no refinados más despacio que los refinados como pan blanco, pasta o pasteles - esto significa que las reservas de energía duran más y las bajadas de azúcar no ocurren como con los refinados. Los mejores hidratos de carbono complejos son: espinacas, acelgas, pimiento rojo, calabacín amarillo y calabaza, remolacha, zanahorias, mijo, arroz integral, quinoa, papaya, mango, ciruelas, peras, kiwis, manzanas y cerezas.
- Aumentar tu ingesta de alimentos fermentados para mejorar la bacteria saludable del tracto digestivo.
Aléjate de:
- Café y té negro (incluso descafeinado)
- Zumos
- Azúcar
- Alcohol
- Alimentos fritos
- Aceites, semillas y frutos secos rancios
- Refrescos - incluso la variedad light
- Carnes y quesos procesados
- Proteína vegetal texturizada
- Chocolate
- Harinas blancas en panes, empanadas, tartas, galletas y pastas
- Leche de vaca
- Edulcorantes artificiales como aspartame
- Comida rápida
- Arroz blanco
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