Investigadores han descubierto que adolescentes de 14 años con un alto consumo de comida basura en su dieta obtuvieron calificaciones más bajas en pruebas cognitivas cuando cumplieron los 17 años.
El estudio descubrió que los participantes que tenían un alto ingesta de comida para llevar, patatas fritas, carne roja y procesada y refrescos tenían asociaciones negativas que afectaron su tiempo de reacción, habilidad mental, atención visual, aprendizaje y memoria.
Aquellos participantes fueron comparados con participantes que tenían una ingesta más alta de frutas y verduras de hoja verde. Los participantes que comían de forma más saludable tenían un rendimiento cognitivo más positivo.
La investigadora principal, Dra. Anett Nyaradi dijo a Science Network que la diferencia puede ser debida al contenido más alto en micronutrientes encontrados en las verduras de hoja verde, que se ha demostrado a incrementar el desarrollo cognitivo. Explicó que existen varios factores en el descenso cognitivo relacionado con la dieta, incluyendo el nivel más alto de ácidos grasos omega-6 en alimentos fritos y carne roja.
Science Network explicó que las vías metabólicas funcionan mejor con un ratio equilibrado de 1:1 de ácidos grasos omega-3 y omega-6, pero que la dieta occidental cambia este equilibrio a 1:20 o 1:25.
La Dra. Nyaradi también explicó que se ha vinculado una ingesta alta de grasas saturadas e hidratos de carbono simples a un deterioro en el funcionamiento del hipocampo, la parte del cerebro involucrado principalmente en el aprendizaje y la memoria que incrementa su volumen durante la adolescencia.
"La adolescencia representa un periodo de tiempo crítico para el desarrollo del cerebro. Es posible que una dieta pobre es un factor de riesgo significativo durante este periodo... de hecho nuestros hallazgos apoyan esta propuesta, " dijo. "Estos hallazgos tienen implicaciones importantes para la política futura de sanidad y los programas de promoción de la salud."
Y no solo son los adolescentes que están en riesgo. En otro estudio de 4,000 niños Escoceses de entre 3 y 5 años que fueron examinados para comparar los efectos de falta de desarrollo de la inteligencia que tenía el consumo de comida rápida en comparación con comidas preparadas en casa con ingredientes frescos.
Otro estudio Australiano de la Universidad de Adelaide, publicado en Agosto de 2012, demostró que niños pequeños que consumen comida rápida son menos inteligentes cuando sean más mayores. El estudio incluyó 7,000 niños que fueron examinados a los 6 meses de edad, 15 meses y 2 años para comprobar su dieta. Cuando volvieron a examinar a los niños a los 8 años de edad, aquellos que consumieron la dieta menos saludable tenían un QI hasta 2 puntos menor que los niños con una dieta saludable.
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