Sin embargo, por preocupante que sea esto... la cosa está mucho peor.La obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI. El problema es mundial y está afectando progresivamente a muchos países de bajos y medianos ingresos, sobre todo en el medio urbano. La prevalencia ha aumentado a un ritmo alarmante. Se calcula que en 2010 hay 42 millones de niños con sobrepeso en todo el mundo, de los que cerca de 35 millones viven en países en desarrollo.Los niños obesos y con sobrepeso tienden a seguir siendo obesos en la edad adulta y tienen más probabilidades de padecer a edades más tempranas enfermedades no transmisibles como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. El sobrepeso, la obesidad y las enfermedades conexas son en gran medida prevenibles. Por consiguiente hay que dar una gran prioridad a la prevención de la obesidad infantil.
Investigadores en el Imperial College London descubrieron que 3/4 de padres con niños gordos niegan que el peso de su hij@ sea un problema, diciendo que el 77% de los padres con niños con sobrepeso creyeron que el peso de su hij@ era "normal". Este hecho sugiere que la obesidad se ve como algo normal entre los padres y que nuestra percepción de lo que es una persona obesa ha cambiado. Otro factor preocupante es que solo el 41% de los padres que reconocieron que su hij@ tiene sobrepeso, aceptaron que la salud de su hij@ podría estar en riesgo en el futuro. Muchos de los padres pusieron excusas como:
- Son sus genes
- Tiene los huesos grandes
- Es grasa de "cachorro" luego se le quitará cuando crece
- El/ella no está más gord@ que sus compañeros
Muchos niños con sobrepeso tienen padres con sobrepeso también aunque esto no es una regla confirmada. Lo que enseñamos a nuestros pequeños en casa se mantiene dentro de ellos de por vida. Si se permiten a los niños tomar alimentos poco saludables como un paquete, de los individuales, de patatas fritas al día, supone 5 litros de aceite de cocina ingeridos AL AÑO - y ni siquiera es aceite de calidad. Añade a eso el hábito de tomar comida rápida que tiene muchos hogares hoy en día. Muchas familias no cocinan comidas saludables en casa y tiran de pizza, hamburguesas y demás comidas a domicilio. Aquí la excusa principal de los padres es que no tienen tiempo de preparar una comida o cena.
El chef Británico, Jaime Oliver, lleva muchos años haciendo campaña para mejorar la dieta de los niños tanto en los colegios como en casa.
Otro estudio publicado esta semana revela que los niños que viven cerca de numerosos restaurantes de comida rápida tienden a tener sobrepeso o estar obesos. Los investigadores en la Universidad de East Anglia y el Centro para la Investigación sobre la dieta y la actividad, analizaron los datos de peso de 1 millón de niños y lo compararon con la disponibilidad de restaurantes de comida rápida incluyendo el típico Fish and Chips (pescado rebozado y patatas fritas), hamburguesarías, pizzerías y pastelerías.
Los niños que tienen problemas de peso tienen un mayor riesgo de diabetes infantil, baja autoestima, problemas ortopédicas y cardiovasculares y más o menos un 70% de los niños y adolescentes obesos tendrán problemas con su peso en su vida adulta.
Entonces, tiene que ser los padres quienes enseñan a sus hijos la importancia de una dieta saludables y la necesidad de realizar ejercicio habitualmente. Incluso nuestros hijos están siendo más sedentarios que solo añade más problemas. Lo mejor que pueden hacer los padres es predicar con el ejemplo.
Social Nutrition te puede ayudar a mejorar tu salud. Para pedir una cita presencial (Madrid) o online (Skype), manda un email a lucycarr@socialnutrition.com
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